Hace tiempo que sospechaba de que la vida no es como la pintan, pero hoy estoy seguro. Naces solo, creces solo, mueres solo, hay días que ni siquiera tú mismo te controlas además de no aprender nada... Rompemos lo que de verdad amamos y lo que buscamos es amor, pero no lo encontramos. ¿Y qué se puede hacer cuando te olvidas hasta de tu nombre? ¿Qué más se puede perder, si en la vida no has ganado nada? No hemos hecho ninguna hazaña en la vida y tenemos el orgullo de quejarnos de que nos va mal. Jugamos con fuego y nos quemamos, tropezamos con la misma piedra y volvemos a tropezar. Obcecación, obsesión, tozudez, cabezonería que termina, como todo, que es efímero. Pasado, presente y futuro teñido de negro. Te rindes y te hundes en la nada, ¿y después, qué queda? Nada.

No hay comentarios:
Publicar un comentario