Dos personas se funden en un abrazo, mientras otra camina calle abajo buscando la felicidad que nunca saboreó. Un señor mayor lucha por avanzar dos pasos, y en la acera de en frente un grupo de niños salta y juega como si no hubiese un mañana. En los edificios, un chico, sentado, chatea con el amor de su vida sin ser correspondido, mientras una pareja discute intentando así arreglar los problemas, y una mujer, solitaria, se refugia en el calor de la música como todas las tardes. Un estudiante cierra un libro, cansado de tener que aprenderse la lección, mientras un hombre, vecino, se arrepiente de no haber estudiado antes, y lo único que le queda es un futuro abrumador. Unos quieren ser libres rezando y buscan cobijo llendo a la iglesia, y a los vagabundos les llega con tener un cartón para dormir. Alguien ama, alguien decide no creer más en el amor, alguien decide no beber alcohol. Una persona se funde en la rutina comprando el pan, la vendedora se lo da, mientras en frente alguien está cometiendo un delito, en la plaza mayor, en el banco o en un bar. Los hay que fuman para olvidar, otros se arrepienten de haber fumado en el hospital. Chavales en el campo, intentando jugar al fútbol y ser como sus ídolos. Señores caminan sin rumbo fijo, viendo a aquella madre con su hijo en el carrito, llenos de nostalgia por algo que nunca volverá. La ciudad se funde en abrazos, besos, mimos, caricias, y justo al mismo tiempo, en golpes, peleas, balazos, puñetazos. Deportistas corren al son de una canción, y otros hacia su puesto de trabajo, temiendo ser despedidos e ir al paro. En este instante, un matrimonio pasea por el parque, sin ni siquiera mirarse a la cara, y a su lado dos adolescentes enamorados se besan bajo la luz de la luna. Alguien recibe una llamada inesperada que nunca olvidará, y otro cuelga el teléfono, enciende su coche, entre lágrimas. Drogadictos se meten jeringuillas porque sí, sin pensar que si no hubiesen hecho eso, serían alguien en la vida. Ahora mismo alguien mata, alguien ríe, alguien llora. Alguien escribe bajo la luz del sol, otros cantan, otros mueren, otros beben, otros vuelan. Una chica se prepara para el viaje y se despide de su novio diciendo adiós, mientras, un anciano abuelo en su lecho, coge a su nieto, lo abraza, dándole su último calor. Adolescentes se quedan embarazadas sin ser conscientes de que su vida no será igual, mientras otros luchar por tener un poco de libertad. La ciudad nunca duerme, la realidad siempre perdura, esto es lo que está pasando en este mismo instante, en lo que solemos llamar vida.
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