Permíteme.

Acordes perdidos en la nada, cómo terminar algo que nunca que comenzó, sabiendo que mi conciencia está desnuda, frágil y sucia ante las tempestades. 'Quizá porque lo hemos tenido todo demasiado fácil nos cuesta tanto admitir que para vivir hay que esforzarse'. Flores mustias. Sé que algún día te toqué el alma, pero tú te darás la vuelta y seguirás caminando, como si nada. Déjame cantarte mi última nana antes de irme, concédeme un instante para narrarte aquella historia interminable, permíteme tu tiempo para decirte que te amo. Crucemos las miradas, explosiones acarameladas, miremos juntos esta ventana hacia el mundo. Inspira, respira, sécate las lágrimas y dime que quieres hacerlo, atraviesa el oscuro túnel de lava, esquiva el odio y el cansancio, acércate a mí. Despiértame de esta siesta con tu ternura y suavidad. Suave seda, dulce sabor de la victoria, calma después de la tempestad. Ascendamos juntos hacia el cielo sin necesidad de escaleras, volvamos entre las esponjosas nubes y sentémonos, que pase la vida, allá, muy lejos, donde nadie pueda vernos. Permiteme decirte que te quiero más que a nada, gastemos nuestras pilas y fundámonos en un meloso beso, en una canción, en mimos, caricias, abrazos.