Como un frágil papel
que se deja caer en el suelo, como un enamorado necesitado de tus besos.
Algo tan simple y necesario como un te quiero, el amor nunca se podrá
comprar por unos euros. El dinero mueve el mundo y por él nos volvemos
ciegos, rodeados de sombras y destellos. Me tumbo en la cama y escucho
la lluvia, me levanto nuevamente observando la realidad en la ventana,
una cristalera hacia el mundo. En una acera, un hombre y una mujer
corren hacia un lugar seguro para no mojarse, y justo en la acera de en
frente un niño y una niña también corren, pero para sentir la lluvia en
sus finas pieles. Pasado, presente y futuro. La vida es un ciclo, un
final es un nuevo principio. Necesidad de abrazos y caricias que se
estrechan simbolizando fidelidad. Un día más, otro día menos.
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